Pedro Díaz de Rojas

Inició su carrera eclesiástica en el arzobispado de Toledo con el apoyo del arzobispo Luis de Borbón y Farnesio.

Con el arzobispo Luis Antonio Fernández de Córdoba Portocarrero fue nombrado miembro del Consejo de la Gobernación del Arzobispado, y visitador general de las parroquias de la ciudad de Toledo.

Tras la muerte del arzobispo, el 22 de abril de 1771 Díaz de Rojas fue nombrado vicario general del arzobispado en Alcalá de Henares y capellán mayor de su Iglesia Magistral, lo que incluía ser visitador del Colegio Mayor de San Ildefonso.

El cargo de Abad de la Magistral conllevaba también el de Cancelario universitario y Juez académico y apostólico de la Universidad Complutense; pero, además, desde el 27 de junio de 1776 también asumió el cargo de Rector de dicha Universidad, lo que por primera vez en su historia se le confería a una misma persona un extraordinario poder, al convertirse en la máxima autoridad tanto en el ámbito eclesiástico como académico, incluidos sus aspectos económicos y jurídicos.

[1]​ Ante esta situación de poder absoluto se le acabaron enfrentando los colegios universitarios, por lo que en 1783 se trasladó a vivir a Madrid, y el 14 de abril de 1788 fue cesado como Visitador de la Universidad de Alcalá.

Constituciones del Colegio de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora (1779).
Constituciones del Colegio San Pedro y San Pablo (1779)