Pedro Gabriel de Aragón

[1]​ Tenía minas en Topago (ahora en el estado de Chihuahua, al sur de Chínipas) y tras un litigio con los mineros locales, aprovechando su poder eclesiástico, amenazó a sus contrincantes con la excomunión para quedarse con ellas.

El sacerdote alentó el poblamiento abriendo caminos, y mandó cortar la madera para construir la iglesia en la loma que edificaron indios de Témoris y también bendijo el camposanto.

Sin embargo, no logró que el obispo le diera el beneficio de las minas de Topago, reclamó y obtuvo su administración don Juan Joseph Cordero y Valderrama, el cura de Batopilas, en diciembre de 1750,[2]​ porque Batopilas quedaba más cerca de Topago que Álamos.

La obra fue destruida en 1770 por una inundación y reconstruida después.

[4]​ Esta hacendada competía con el bachiller González de Zayas como terrateniente, pero es probable que su hermano Pedro Gabriel tuviera mucho que ver con la acumulación de sus bienes.