Allí mismo ejerció la docencia y llegó a ocupar el cargo de vicerrector.
Se ordenó sacerdote en 1784 y ejerció el curato en dos doctrinas de la arquidiócesis limeña.
[1][3] En 1798 logró ingresar al cabildo metropolitano de Lima como medio racionero; ascendió a canónigo doctoral (1803), tesorero (1813), chantre (1814) y provisor y vicario general del arzobispado limeño.
Escribió a San Martín, explicándole la complicada situación que demandaba mucha prudencia.
Decía estar dispuesto a reconocer la autoridad del nuevo gobierno en donde estuviera, y que no atentaría contra sus decisiones.
En noviembre de 1821 se embarcó en una nave inglesa que lo condujo a Acapulco.