Pedro León Gil

[1]​ En 1804 se le alargó la congrua, para que pudiera ordenarse presbítero.

Sin embargo Teixidor no se presentó para ocupar el puesto y finalmente fue nombrado Gil.

También pasó dificultades económicas, ya que su magisterio coincidió con las desamortizaciones eclesiásticas.

[1]​ El compositor y musicólogo Antonio Lozano no es clemente con su opinión sobre la obra de Gil, «no ofrece de notable cosa alguna, sino el haber educado al infante Olleta».

[3]​ Sus obras se conservan en el archivo de las catedrales de Zaragoza, que tiene varias misas, himnos, antífonas y salmos para el oficio, y algunas obras en castellano: Gozos a San Juan de Nepomuceno, Bendito, Señor, sea tu grandeza, Rosario.