Pedro Ronquillo Briceño, (Madrid, 1630-Londres, 1691), V Conde de Ronquillo, II Conde Gramedo,[1] embajador español en la corte de Inglaterra en tiempos de Carlos II.
Tras el fallecimiento, en 1651, del virrey interino de Sicilia (Antonio Ronquillo de Cuevas), su viuda y los hijos que continuaban a su lado, retornaron a la Corte de España.
Don Pedro y don Antonio marcharon por entonces a Salamanca, donde, siguiendo el ejemplo de su progenitor, completaron sus estudios jurídicos.
Durante el período estudiantil de su vida, en 1658, tuvo en Madrid un hijo natural, habido con doña Ana López de Mendoza y Peñafiel, también de hidalgo linaje: Pedro Francisco Ronquillo Briceño y López de Mendoza.
Este, por ser hijo natural, no heredó el condado de Gramedo y a los 35 años de edad el rey Carlos II le entregó la merced de un hábito de Santiago.