Pedro Sánchez (Villamora de la Zarza (Cuenca), 1569-Madrid, 1633), hermano jesuita, tracista y maestro de obras, fue, según Virginia Tovar, el introductor en España de las novedades estructurales del incipiente Barroco romano, y el creador del modelo de arquitectura jesuítica más extendido en la España del siglo XVII, de nave única, capillas laterales con tribuna sobre ellas y cúpula sobre el crucero.
En Málaga prefiere en cambio una planta circular con capillas en torno a la nave inscribiéndose el conjunto en un cuadrado.
En 1619 viajó a Madrid, donde aparece definitivamente asentado en 1623, dando paso con su formación andaluza a la creación de un modelo arquitectónico alternativo al clasicismo escurialense de Juan Gómez de Mora, dominante en la capital.
A él se deben las plantas de la iglesia del Noviciado de Madrid (1619), destruida al transformarse en el siglo XIX en paraninfo de la Universidad Central, y del Colegio Imperial, actual Colegiata de San Isidro, proyectada hacia 1622 y ejecutada por el hermano Bautista.
Sánchez conjuga aquí la planta centralizada con el modelo longitudinal localizando la entrada y el presbiterio en los extremos del eje mayor, creando de este modo una amplia planta congregacional.