Pedro Vilar

Así fue como conoció (sin saberlo aún) al Coronel Perón y a Eva Duarte, quienes eran en ese momento vecinos del barrio.

Desde pequeño dibujaba, era su pasión, pero su padre le prohibió el uso del lápiz dado que pretendía que fuese médico o abogado, y eso lo llevó a refugiarse en el departamento de una amiga para poder desarrollar sus prácticas.

Tras casarse en 1963, la Editorial Atlántida lo puso en contacto con María Elena Walsh, con quien realizaría sus obras más trascendentes, como por ejemplo Tutú Marambá, Dailan Kifki y Zoo loco.

Además trabajó para diversas agencias de publicidad y para empresas nacionales e internacionales como Fiat, Esso, Ford, entre otras.

Formó parte de los programas televisivos Los requetepillos y Buenas Tardes Mucho Gusto

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