Pedro de Albalat o Albalate (?
- Tarragona, c. 1251) fue un eclesiástico aragonés, sucesivamente sacristán y obispo de Lérida y arzobispo de Tarragona.
[1] Algunos hechos destacados de su gestión al frente de la archidiócesis fueron la restauración de la diócesis valentina tras la reconquista de Valencia en 1238 por el rey Jaime I y su anexión a la provincia eclesiástica tarraconense;[2] los pleitos mantenidos con el arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada, que reclamaba para su archidiócesis la sede de Valencia y la primacía sobre las demás sedes ibéricas;[3] la intervención en el cisma producido en el obispado de Pamplona tras la muerte del obispo Pedro Ramírez de Pedrola y los enfrentamientos con el rey Teobaldo I de Navarra, que había expulsado al obispo Pedro Ximénez de Gazólaz;[4] la lucha contra la herejía albigense, que por aquellas fechas se extendía por el reino, o la celebración de varios concilios provinciales.
[5] Su hermano Andrés fue también eclesiástico, obispo de Valencia desde 1248.