Pedro de Pastrana

La transferencia no se pudo hacer hasta 1544 por la oposición de Pastrana, que tenía grandes beneficios del cargo.

[1]​[2]​ Pastrana regresó a la corte de Carlos I para permaneces como capellán, disfrutando del beneficio que le quedaba.

Sin embargo si acompañó al príncipe en sus viajes por España, documentadas concretamente en Madrid y Monzón.

[1]​[2]​ Su producción musical, esencialmente religiosa, se caracteriza por una refinada polifonía y por su capacidad de renovación.

Destacan especialmente sus magnificat, salmos y motetes a cuatro voces, entre otras composiciones.