Se granula una amplia gama de diferentes materiales, incluidos productos químicos, mineral de hierro, piensos compuestos para animales, plásticos y más.
El proceso de peletización combina la mezcla de la materia prima, formando el pellet y un tratamiento térmico que hornea el pellet crudo suave a esferas duras.
Tanto la fuerza mecánica como los procesos térmicos se utilizan para producir las propiedades correctas de los pellets.
Con el fin de conferir a los pellets una mecánica metalúrgica de alta resistencia y características adecuadas, los pellets se someten a un procesamiento térmico, que implica etapas de secado, precalentamiento, cocción, post-cocción y enfriamiento.
La duración de cada etapa y la temperatura a la que están sujetos los gránulos tienen una fuerte influencia en la calidad del producto final.