Periscopio de tanque Vickers MK.IV

Fue el primer aparato que le permitió al comandante de tanque tener una visión a 360° desde la torreta con un solo periscopio.

Al girar el periscopio y permitirle al comandante mirar atrás a través del segundo ocular, ya no tenía que cambiar de puesto para mirar detrás de la torreta.

Los primeros tanques tenían torretas pequeñas y asientos fijos, sin una cúpula giratoria independiente, por lo cual era difícil que el comandante pueda moverse hacia un periscopio que mirase hacia atrás.

Poco antes de la guerra fue entregado al Ejército Británico y empleado en casi todos los tanques de la Segunda Guerra Mundial, inclusive el Crusader, el Churchill, el Valentine y el Cromwell, así como en el M4 Sherman estadounidense.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, este periscopio fue adoptado alrededor del mundo y empleado sin cambio alguno por casi 50 años, hasta que fue reemplazado por aparatos electrónicos.

Uso del periscopio Gundlach.