Un perro de asistencia para personas con epilepsia es aquel que demuestra un comportamiento específico durante o inmediatamente después de la crisis.
[1][2][3] Algunas de las tareas de estos perros, aunque no las únicas, son:[4][5][6] Aunque algunos estudios sugieren que los perros pueden ser entrenados para anticiparse a estos ataques,[3][7] otros han cuestionado esta habilidad.
[8][9][10] En cualquier caso, un perro que demuestra un comportamiento determinado anterior al ataque epiléptico es un "perro preventivo",[7][2][11] capaz de alertar de un ataque próximo, mientras que un "perro de respuesta" es el que ha sido entrenado para ayudar tras la pérdida de conocimiento.
Ambas conductas pueden llegar a desarrollarse espontáneamente en perros que conviven permanentemente con niños y adultos con epilepsia.
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