El marido, Salah, se mantiene ocupado con su portátil y no interactúa con su esposa, Nabila, quien ocupa su tiempo cocinando, tejiendo y viendo telenovelas.
"Apenas se atreve a reconocer la presencia de su esposo, para su irritación.
[1] En Ramallah, Samar, la hija embarazada de Nabila y Salah, cuida a Granny, cuya chochez está marcada por breves momentos de reflexión.
Así tiene la oportunidad de ir a Haifa, donde ve el Mediterráneo por primera vez.
Otro hijo, Hisham, vive en Estocolmo, lo que lo aleja aún más de su familia y sus orígenes.