El peso fuerte es el nombre genérico con el que se conocía el real de a ocho español, moneda de gran difusión en América y Filipinas hasta principios del siglo XIX.
La moneda utilizada en el actual territorio argentino se acuñaba en la ceca de Potosí y fue deficiente al principio; esta moneda defectuosa o con desgaste se denominaba «macuquina» y solía recibirse con descuento respecto a la acuñada en España o México, y a partir de 1773 en Potosí.
Esta última, de cordoncillo (canto acanalado que dificulta el cercenamiento o la falsificación), solía denominarse también «peso fuerte» en oposición a la macuquina o «plata corriente».
La Asamblea del Año XIII sólo dispuso la acuñación de nuevas monedas con el escudo de la Asamblea, pero del mismo peso y ley que las anteriores (13/4/1813).
Después de ellas, … no volvió a acuñarse oro o plata que tuviese legítimamente el carácter de nacional, si bien suplieron un tanto su ausencia las monedas fabricadas por La Rioja y Córdoba.”[4] En 1822 el Banco de Buenos Aires comenzó a emitir papel moneda convertible, pero que a partir del 9/1/1829 y como consecuencia de la guerra del Brasil fue declarado inconvertible.