Creció junto a las historias de sus abuelos afrodescendientes, por lo que decidió preservar sus raíces y tradiciones convirtiéndose en “La negra Marimbera”.
[3] La cantante se crio en la parroquia rural de Borbón del cantón Eloy Alfaro junto a sus abuelos y padres dentro de un entorno humilde y modesto.
[4] El amor a los ancestros, la tierra, el arte la convirtió en una especialista, una investigadora del más alto nivel a pesar de no haber recibido títulos en escuelas formales.
Petita Palma concentró a los mejores marimberos de la época, como Ecolástico Solís y Remberto Escobar para enseñar a más de 100 niños que se formaron con marimberos en la provincia.
Su primer canto fue “El Bambuco”, acompañado de una danza, este género musical tiene una historia por contar.
La gente al escucharla perdía la noción del tiempo ya que solo quería pasar bailando toda la noche, por lo que uno de los músicos dijo “esto se volvió un andarele” y de allí provino su nombre.
La palabra andarele se repitió tantas veces hasta convertirse en una canción.
[2] Junto a su hijo Alberto Castillo, músico percusionista, se encarga de la elaboración del proyecto denominado Memoria de mis ancestros, con enfoque a la enseñanza del folclor.
[9] En 1972, Petita Palma fundó su grupo de música y marimba llamado “Tierra Caliente”, el cual fue reconocido en toda América.