Deidesheimer nació en Darmstadt, Hesse, en 1832, antes de la unificación alemana.
Deidesheimer se negó a patentar su idea, pues para él la vida humana no tenía precio,[4][5] y que posiblemente fue la innovación minera más importante del momento.
[2] Como era común en las minas de Comstock, la roca en la mina Ophir era de baja resistencia, y colapsaba fácilmente cuando se excavaban las cavidades donde se extraía el mineral.
Además, la presencia de arcilla que se hinchaba mucho al exponerse al aire, causaba grandes presiones que los entibados convencionales no podían contener.
[6] La ciudad que se formó alrededor del Hope Mill fue nombrada Philipsburg, en honor a Philip Deidesheimer.