El Phono-Cinéma-Théàtre es un sistema de proyección cinematográfica desarrollada a finales del siglo XIX por Henri Lioret y Clément-Maurice Gratioulet.
[1] Al proyectarse las imágenes, muchas de ellas pintadas a mano, el proyeccionista sincronizaba las voces en directo.
Se podía ver obras como Footit y Chocolat del Moulin Rouge.
Con esta voluntad, la Cinémathèque Française acudió al experto Henri Chamoux, quién creó el archéophone, un dispositivo capaz de leer y grabar cilindros dañados.
Gracias a la digitalización, se consiguió sincronizar de nuevo algunas películas.