Piazza Santa Trinita

Hasta 1911 formaba parte de la Via de' Tornabuoni, que la atraviesa, y fue en esta ocasión cuando, gracias a la solicitud del marqués Filippo Corsini, la plaza asumió su nombre actual.

El interior, de estilo principalmente gótico, gracias también a las restauraciones del siglo XX, contiene algunas obras maestras como la Capilla Sassetti, decorada con frescos por Domenico Ghirlandaio y la Capilla Bartolini Salimbeni, decorada con frescos por Lorenzo Monaco.

En estos mismos años se encargó a Bartolommeo Ammannati reconstruir el Ponte Santa Trinita para celebrar la victoria sobre Siena.

Este juego era una especie de antepasado del tenis sin raquetas o del voleibol, y está documentado desde el tiempo de los Médici, que aistían a ellos regularmente.

Las reglas esteblecían que se debía de golpear una bola de cuero con el puño cerrado al vuelo, inicialmente con las manos desnudas, posteriormente con un cilindro hueco de madera empuñado en el brazo (el llamado juego del pallone col bracciale), que protegía la mano y el brazo, pero hacía los golpes más fuertes y peligrosos.

La Piazza Santa Trinita de Florencia.
Otra vista de la plaza.