[2] El término picó proviene del inglés pick-up, cápsula fonocaptora o magnética más comúnmente llamada cápsula fonográfica, fonocápsula o (coloquialmente) pickup, que consiste en un transductor electromecánico usado para reproducir discos en una tornamesa.
Estos vehículos transportaban los pesados equipos de sonido a los eventos, por lo que su nombre habría sido adoptado para designarlos.
[10] Los picós en sus inicios eran fabricados por técnicos aficionados, luego pasaron a ser diseñados y ensamblados con tecnología importada por equipos profesionales.
Los picós tradicionales se componen de un bafle o altoparlante principal denominado escaparate (por su forma y tamaño), que contiene generalmente 12 parlantes de 18 pulgadas, en cuya parte superior se ubica un bafle auxiliar con 6 parlantes, y sobre este un parlante pequeño llamado regadera, que contiene los twitters que le dan el brillo al sonido; en su cara frontal se pone el nombre del picó.
Adicionalmente, el sistema cuenta con bafles auxiliares de menor tamaño llamados columnas o torres para distribuir el sonido.
[1] Los primeros picós eran de fabricación artesanal y usaban tubos al vacío, los cuales fueron reemplazados por transistores en los años 1980, cuando surge el sonido estéreo.
En los años 1970 se incorporan nuevos elementos como las consolas y ecualizadores de sonido.
La música del picó se podía sintonizar en la banda FM hasta a unos 50 m. Además, este picó revolucionó la estructura de los picós con muebles o bafles dinámicos y regaderas con movimiento, rayos láser, luces, humo, sintetizador, deck, televisor, cámaras, proyección en video beam, escaparate inalámbrico sin conexión cableada con el amplificador, secuenciador o batería electrónica como generador de efectos de sonido y CD.
En los 1990, se incorporaron elementos de las minitecas venezolanas como el sonido a tres vías con bajos, brillos y medios.
Desde finales del siglo XX, se incorpora la champeta y, a partir de los años 2000, ocasionalmente música urbana.
También se organizan bailes animados con picós con el fin de recolectar fondos para alguna causa que no asume el Estado.
[1] La programación musical de las emisoras comerciales se basa principalmente en los temas que popularizan primero los picós.
[6][17][18]Ejemplos: La creación del término piconema se atribuye al gestor cultural calamarense Antonio Escobar Duque.
[6] Las placas son frases y parlamentos grabados que se reproducen aislados o sobrepuestos a una canción.
La placa más simple y popular es "Aquí suena
El resto del cuadro o ambiente se complementa con elementos y temas que refuerzan el motivo principal.
[22] Los propietarios bautizan sus picós con nombres llamativos alusivos a eventos históricos, gustos, ídolos y héroes personales.
Existen picós colombianos en Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Finlandia, Grecia, Holanda, Italia, entre otros.