Entre sus cualidades organolépticas destacan el ser totalmente dulce, con olor fuerte penetrante característico, gran poder colorante, graso y sabroso.
Se trasplanta a partir de primeros de abril al terreno definitivo, al que se le han dado labores preparatorias para desterronarlo, alisarlo y esponjarlo e incorporarle abonos minerales y estiércol.
La plantación puede ser de tres maneras: mediante acolchado plástico; en surcos; o con riego localizado.
En cualquier caso los riegos deben evitar encharcamientos pues las plantas son sensibles a la asfixia radicular.
El fruto, una vez maduro, se recolecta de forma manual y escalonada y se seca al sol durante varios días, o en secaderos de aire caliente.