Es más común en climas tropicales y existe una correlación directa con la exposición a los rayos UV.
Como resultado, las pinguéculas tienden a ocurrir con mayor frecuencia en el lado nasal del ojo.
La superficie del tejido conjuntival que recubre una pinguécula interfiere con la propagación normal de la película lagrimal.
Las pinguéculas pueden agrandarse lentamente con el tiempo, pero son una afección benigna que generalmente no requiere tratamiento.
Si una pinguécula inflamada está causando molestias o problemas estéticos, puede tratarse con un agente antiinflamatorio, como las gotas de prednisolona.