Pintó prendas en un estilo menos equilibrado que el del Pintor de Sísifo.
Sus cabezas son a menudo ovaladas y se inclinan hacia adelante.
Los espacios entre sus figuras están a menudo llenos de flores, ramas o enredaderas.
Con el tiempo, su estilo de dibujo se vuelve más fluido, pero también menos preciso.
Pintaba especialmente cráteras, en los que a menudo representaba temas dionisíacos y escenas teatrales.