Estuvo activo en Atenas a mediados del siglo VI a. C. y cuenta entre los últimos Pequeños maestros.
Fue llamado así por la frecuente representación de centauros en sus vasos con este nombre convenido.
Pintó sus obras principalmente con caballos y criaturas míticas como centauros y sátiros.
Representó a sus criaturas vívidamente, pero también con cierto nerviosismo.
A diferencia de la mayoría de los demás pintores de vasos, no decoraba las asas con palmetas.