Piornal

El nombre Piornal está registrado ya a mediados del siglo XIII, concretamente en 1254, según consta en una bula de Inocencio IV.

anuales), repartida mayoritariamente fuera de la estación seca (julio y agosto).

Esta peculiaridad climática está relacionada indudablemente con la elevada orografía y la posición particular del valle del Jerte que permite acumular una gran precipitación con el paso de las borrascas atlánticas entre el otoño y la primavera.

Destacan en sus cotas bajas los robledales o melojares, ya sea en las laderas que descenden hacia el valle u ocupando las gargantas de los ríos.

Dependiendo de la profundidad del suelo o la cercanía a los cauces estos robles alcanzan mayor altura y desarrollo.

Dentro de la fauna herpetológica destacan especies como el lagarto ocelado (Timon lepidus) y la víbora hocicuda (Vipera latasti), en las zonas más serranas, o la rana patilarga, presente en algunos cauces.

Desde el punto de vista ornitológico, es fácil observar águilas reales o buitres leonados en las zonas más altas, provenientes de sus asentamientos principales (Monfragüe o el Sistema Central).

A nivel petrológico, son reconocibles numerosos enclaves en los que se observan diques pegmatíticos, filones de cuarzo, granitos alterados, anatexia, xenolitos y restitas.

Los minerales reconocibles macroscópicamente, y de los que se pueden obtener buenos ejemplares, son el cuarzo cristalizado, la mica biotita, grandes maclas de feldespato potásico y la turmalina negra o chorlo.

En estos enclaves se pueden encontrar pirita, arsenopirita, escorodita y diversos óxidos de hierro (limonita y hematites), generalmente acompañando diques de cuarzo o formando filones sobre la masa granítica.

No están muy claros los orígenes de Piornal, se cree que algunos habitantes prerromanos estuvieron por estas tierras sin que fuesen molestados ni por romanos ni por visigodos o árabes.

La altura, las dificultades del clima y su precaria economía no les hicieron objeto de apetencia para otros colonizadores.

Se trataba, por aquellos tiempos, de unas tierras pobres que no podían tener otro destino.

Existen divergencias sobre la procedencia de los primeros pastores que se establecieron en estas tierras.

[9]​ Su primitiva iglesia parroquial católica, la de San Juan, era del siglo XV, pero tuvo que ser reconstruida en este siglo debido a su estado ruinoso, quedando de la antigua solamente su torre-campanario.

Habitualmente son casas rectangulares con corrales adosados a ellas o en sus cercanías, y abandonadas en la actualidad.

Tienen fama sus productos gastronómicos especialmente sus embutidos, curados con el aire de la sierra.

Cascadas del Caozo
Jarramplas en la iglesia de Piornal