Como su nombre indica, se caracteriza por tener una forma cuadrada, con una masa gruesa hecha de harina o sémola de trigo.
En la receta tradicional, la masa se cubre sencillamente con salsa de tomate, sal y pimienta, mientras que recetas más modernas agregan otros ingredientes como aceitunas negras, pimientos picantes, perejil o anchoas.
[1] La pizza carrée tiene su origen en el grupo étnico pied-noir, que es como se denominó a los europeos cristianos (principalmente españoles, franceses e italianos) que desembarcaron en Argelia durante la colonización francesa.
[2][3] Se desconoce su origen exacto, aunque muy probablemente es influencia de los inmigrantes italianos que se establecen a partir de 1860.
Si bien la pizza italiana es la preparación más internacionalmente famosa, encontramos panes cubiertos de salsa de tomate (y otros ingredientes) por toda la Cuenca Mediterránea: el pide turco, el laḥm ʿajīn y la sfiha en Siria, el zaʿatar libanés, el regañao aragonés, la coca catalano-valenciana, etc.[6] La pizza carrée o bitza karí se considera un aperitivo ligero y barato, disponible en puestos callejeros, que se consume a media mañana o por la tarde.