El Plan Bevin, también llamado Plan Bevin–Beeley[1] fue un intento fallido de Gran Bretaña, a mediados del siglo XX, de resolver el la situación problemática que se había generado entre población árabe y judía en el Mandato británico de Palestina.
Bevin había sido asesorado por el diplomático Harold Beeley.
[3][4] Tras el rechazo, el gobierno británico remitió el asunto a las Naciones Unidas, con la creación del Comité Especiál de las Naciones Unidas para Palestina.
[5] El plan mantenía el principio de provincias, sugerido en el Plan Morrison-Grady, mientras que proponía que Palestina estuviera bajo la administración en fideicomiso por cinco años.
[3] La admisión de 100.000 refugiados, propuesta anteriormente en el Informe Harrison, sería autorizada a un ritmo de 4000 inmigrantes por mes durante dos años.