Es preciso, sin embargo, denominarla como invención moderna y debemos considerarla como invento inglés puesto que ya se hallaba muy desarrollada en Inglaterra cuando fue importada a Francia el año 1808, en donde no se conocía más que el dublé, es decir, el uso de una soldadura propiamente dicha.
La operación fundamental del fabricante de plaqué consiste en adherir perfectamente la plata y el cobre.
Las placas de cobre se raspan vigorosamente con unos raspadores afilados a fin de que desaparezcan los menores defectos del metal y hacer que resulte una superficie perfectamente lisa.
Se ata fuertemente con alambre, poniendo un poco de bórax sobre los bordes para evitar la oxidación.
Acabadas todas estas operaciones, se lleva la placa al hornillo de muda.
La unión definitiva del cobre y la plata se obtiene pasando varias veces el lingote todavía caliente por entre unos cilindros muy fuertes cada vez más juntos.
El estampado sobre todo es el procedimiento particularmente apropiado a la blandura y maleabilidad del metal empleado para hacer el plaqué.