No existía en la naturaleza hasta mediados del siglo XX, por lo que se ha propuesto como un marcador geológico del Antropoceno.
Esta playa, aislada y poco concurrida, es muy frecuentada por campistas que plantan allí sus tiendas y encienden fuegos y hogueras en los que queman plásticos traídos por ellos mismos o los que llegan por el mar.
Estos plásticos, al fundirse —informan los geólogos de la revista GSA Today, de la Geological Society of America—, actúan como amalgama o cemento que compacta los diversos materiales presentes en el entorno, como arena, piedras, material volcánico, conchas de molusco y fragmentos de coral.
[2] Los autores de la investigación creen que debe haber una gran cantidad de plastiglomerados aún no identificados en otros lugares del planeta.
Estos materiales serán pruebas sólidas en el futuro de lo que la ciencia empieza a denominar el Período Antropoceno, debido al fuerte impacto del hombre por toda la superficie del planeta.