Sus aguas son muy tranquilas y la playa tiene como característica peculiar las casetas para vestirse o desvestirse lo que le da a la playa un cierto y encantador aire «retro».
Estas casetas se retiran al final de la temporada estival.
Para acceder a ella hay que hacerlo andando desde la 2ª playa de Luarca ya que las separan un pequeño grupo de rocas; dicho acceso ha sido remodelado.
Cerca de esta playa se encuentra el faro «Punta Atalaya o Blanca».
Tiene unos servicios muy completos como son los de vigilancia, limpieza, duchas y restaurantes.