[2][3] Además su interés aumenta por contar en el extremo oeste, restos de huellas de dinosaurio (icnitas) y detrás del paseo pueden contemplarse diversas villas modernistas e indianas.
[4] Al principio la playa se encontraba separada del núcleo poblacional.
Los primeros “veraneantes” han dejado sus propias huellas en las construcciones que se pueden ver a pie de playa.
[5] Esta prueba deportiva lleva celebrándose desde 1989 [6]cuando los aficionados locales a la hípica decidieron rememorar viejas leyendas de contrabandistas que allá por el siglo XVIII, por la noche, montaban caballos negros en la playa para eludir los controles portuarios.
[7]La competición se realiza sobre la arena humeda que queda liberada en bajamar.