Esta iglesia desapareció en el año 1600 dando paso a la Plaza de Teatinos.
Su nombre es recordado por una de las calles que da acceso a la plaza y su santo titular dio nombre a una de las cuadrillas en las que se halla dividida la ciudad.
El Consistorio encarga un estudio a Dionisio Badiola en 1848 pero es desechado por falta de liquidez económica.
Sin embargo se paraliza la iniciativa y se vuelve a empezar de nuevo, esta vez pensando en ubicar el mercado en la Plaza de Teatinos sin llegar a ninguna concreción.
A principios del siglo XX se presentaría otro proyecto para la San Esteban que tampoco llegaría a materializarse hasta que entró en juego la empresa Novella&Cia de Valladolid.
El arquitecto municipal Félix Hernández Giménez realizó algunas modificaciones en el proyecto como reducir el número de tiendas y sustituir algunos materiales, como el vidrio de la claraboya por zinc ondulado.
Emparentaron con otros nobles, en principio sorianos, como los Castejones de Ágreda.
[4] Tras diversos avatares, aquí llegarían las Escuelas Públicas de Soria, aunque sus instalaciones serían un tanto precarias.
Los italianos, según testimonio de una conserje, “comían muchos macarrones y traían chocolatinas”.
Durante esa época, La Arboleda era el único refugio existente en Soria, y fue utilizado como hospital de Sangre.
En 1908, en tiempos del padre Ángel Le Doré, fundaron los eudistas una casa en esta plaza.
No maduró la fundación y la comunidad se trasladó a Alsasua, en Navarra.
[5] En el año 1920 son llamados los franciscanos para hacerse cargo de la Fundación Educativa "San José".