Convocado por el gobernador en julio del mismo año a través de una orden ejecutiva, la Ley 165 de 2020 dio paso a la celebración de una séptima consulta sobre el futuro político del archipelago.
[2][3] En esta ocasión, el plebiscito solo trataba tres alternativas diferentes: la estadidad, la soberanía en libre asociación y la independencia, Como en el caso de los referendos anteriores, la consulta no será vinculante ni para el Gobierno puertorriqueño ni para el Congreso de los Estados Unidos, siendo este último el único órgano que puede admitir a debate y luego a votación la admisión de un nuevo estado.
Cabe destacar que una consulta similar, es decir, donde se presentan las mismas tres alternativas, fue llevada a cabo previamente en 2012.
Más del 16 % de las papeletas estaban en blanco o no eran válidas.
La Orden Ejecutiva (OE) 2024-016 dispone que la papeleta incluirá las siguientes explicaciones de las alternativas:[6][7] A. Estadidad: B.