[12] Durante esa sesión, solamente uno de los 15 Estados miembros, Rusia, demandó que la ONU declarara la proclamación «nula y sin efectos».
La guerra rápida llevada a cabo por Rusia contra su vecino georgiano en el Cáucaso también reforzó la desconfianza de las potencias occidentales.
La nueva doctrina militar rusa, adoptada en el año 2000, multiplica las referencias a la crisis de Kosovo[cita requerida], profundizando en el conjunto de factores por los que se debe estar alerta con relación a Occidente.
Obviamente, Chechenia, así como las recurrentes inestabilidades en los países limítrofes al sur del territorio ruso, están igualmente presentes en las estrategias y consideraciones entonces desarrolladas.
[26] La Segunda Guerra de Osetia del Sur mostró un ejército distinto al desplegado en Chechenia: unidades enteras bien disciplinadas y entrenadas, conscriptos con buena formación, pero con dificultades con respecto al apoyo de helicópteros.
[26] La reciente guerra contra Georgia puso de manifiesto varias lagunas, tanto en cuanto a material obsoleto como en cuanto a la inconveniencia de la doctrina calcada del modelo soviético.
[26] Con posterioridad a 2005, la doctrina militar fue revisada bajo la orientación y el mando del general Majmut Gareev.
[28] Las amenazas del futuro no serían las acciones contrarrevolucionarias, sino la inestabilidad de ciertos Estados sacudidos por conflictos étnicos y religiosos, y Estados Unidos, orientado a la búsqueda de recursos energéticos.
Rusia posee la totalidad del arsenal nuclear soviético, transferido en forma completa en 1991 por Kazajistán, Ucrania y Bielorrusia.
En sustitución, pudieron ser establecidos varios acuerdos bilaterales de libre comercio, pero por vías independientes.