[1] Menelao a su regreso de Egipto con Helena hizo escala en Rodas.
Polixo, la mujer de Tlepólemo, afligida por su muerte en Troya, al anunciarle alguien que Menelao había llegado con Helena, decidida a vengar a su marido, corrió hacia las naves con todos los rodios, hombres y mujeres, provistos de fuego y piedras.
Dicen que esta Polixo, deseando castigar entonces a Helena por la muerte de Tlepólemo, cuando la tuvo a mano, envió contra ella, cuando se estaba lavando, criadas parecidas a las Erinias; y estas mujeres cogieron a Helena y la colgaron de un árbol, y por este motivo los rodios tienen un santuario de Helena Dendrítide.
[3] Se dice que los hombres de Tlepólemo llegaron a estar cerca de Creta e impulsados por los vientos se asentaron en las islas Ibéricas.
Píndaro dice que los hombres de Tlepólemo se salvaron en Rodas, su patria, y la esposa de Tlepólemo, Filozoe, que lloraba desconsoladamente, organizó juegos fúnebres para su marido y los niños compitieron.