Sin embargo, Porsche decidió durante el desarrollo del coche que, al compartir Volkswagen y Porsche el mismo chasis, las ventas en los Estados Unidos podían verse afectadas negativamente, y convenció a Volkswagen que les permitiera vender ambas versiones como Porsche en América del Norte.
Su sucesor, Kurt Lotz, no estaba en la línea de colaboración con la dinastía de Porsche y el acuerdo verbal entre Volkswagen y Porsche se deshizo.
En opinión de Lotz, Volkswagen tenía todos los derechos sobre el modelo, y ningún incentivo para compartirlo con Porsche si ellos no compartían los gastos de fabricación.
Esto tenía un efecto serio sobre las ventas, y el 914-6 se vendió bastante mal.
Al contrario los 914-4 mucho menos caros, se convirtieron en el producto Porsche más vendido, por encima de los 911 con un amplio margen, con más de 118.000 unidades vendidas por todo el mundo.