[1] Fue construida a mediados del siglo XVIII (Carlos Ossandón señala que habría sido edificada entre 1750 y 1765).
[2] En el siglo XIX, fue conocida como «La Filarmónica» debido al salón de baile que se instaló en la edificación en 1830.
[1] En 1928 Darío Zañartu compró la propiedad, para convertirla en un lugar de recuerdos coloniales, y la denominó «Posada del Corregidor» en recuerdo del corregidor Luis Manuel de Zañartu, aunque no existiera relación con él.
[3][4] En 1979 fue adquirida por el Banco del Trabajo, entidad que restauró por completo el edificio y que en 1985 entregó en comodato al municipio de Santiago,[5] que abrió el edificio como centro cultural costumbrista, donde se han realizado desde entonces exposiciones de arte y encuentros artísticos y literarios.
Cuenta con un balcón corrido soportado por canecillos tallados, y pilares que sostienen el techo.