[nota 1] Por tanto, la Pragmática restablecía el sistema de sucesión tradicional de las Siete Partidas, en concreto la Partida Segunda, según la cual las mujeres podían reinar si no tenían hermanos varones ya que tenían preferencia sobre los varones de parentesco más lejano.
Sin embargo, el rey ordenó que no se publicara y que se guardara «por ahora el mayor secreto»,[3] pero la derogación de la norma sucesoria de Felipe V, equivalente a la Ley Sálica, sí fue conocida en las cortes de París y Nápoles y sus embajadores en Madrid protestaron.
[4] Así pues, faltó el último trámite para que la Pragmática tuviera plena validez jurídica: su sanción, promulgación y publicación.
Una oportunidad para haberla promulgado fue 1805 cuando se redactó la Novísima Recopilación de las Leyes de España, pero en esa fecha ya no pareció necesario pues el príncipe Fernando ya había cumplido los veinte años de edad y el infante Carlos los dieciocho.
La publicación de la Pragmática causó gran consternación entre los ultraabsolutistas partidarios del infante Carlos María Isidro,[7] hermano del rey y su heredero según la Ley de 1713.
[8] Carlos María Isidro y sus partidarios se negaron siempre a reconocer a Isabel primero como princesa de Asturias y, más tarde, como reina, lo que, finalmente desencadenaría la Primera Guerra Carlista.