Los precios de la gasolina y del diésel alrededor del mundo son similares, aunque existen casos en donde el precio puede tener variaciones debido a las políticas locales: en algunas regiones como en Europa y Japón, imponen altos impuestos a los derivados; mientras que otros como Arabia Saudita y Venezuela, subsidian el costo.
El público americano se desplaza en sus vehículos una distancia promedio de 53 kilómetros diarios.
La gasolina representa el 44 % del consumo de derivados petroleros en los EE. UU.
El GLP en el Perú viene hacer el segundo combustible[2] de mayor demanda seguido por el diésel y las naftas.
Durante la cuarentena, este consumo se redujo a 45,000 barriles diarios1.