Primer combate aeronaval en México

Por lo que se refiere a la Aviación Naval Militar en México, ésta nace, en el árido y desértico norte de México, no como parte del ejército federal, sino dentro de las filas de los revolucionarios que comandaba el Gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza quién se atrevió a desconocer al usurpador Victoriano Huerta, como responsable directo del asesinato del presidente Francisco Ignacio Madero González y su vicepresidente José María Pino Suárez.

También las crónicas mencionan que las tripulaciones de los barcos únicamente disparaban con sus fusiles al avión sin lograr averiarlo, ya que los cañones, no estaban técnicamente dispuestos para defensa antiaérea, como los de la actualidad.

La respuesta fue muy satisfactoria pues se logró derrotar rápidamente a los orozquistas y esas fuerzas fueron la base para la formación de un ejército estatal que era adicto al gobernador.

En poco tiempo se reunió nuevamente el ejército estatal y bajo las órdenes de Ignacio L. Pesqueira, gobernador que substituyó temporalmente a Maytorena, Álvaro Obregón, Salvador Alvarado, Benjamín Hill, Manuel M. Diéguez, Juan G. Cabral, Ramón V. Sosa, etc… se logró derrotar y expulsar del estado en la frontera con Arizona al ejército federal que apoyaba a Huerta.

También llegaron para apoyar al ejército federal tres barcos cañoneros : el “Guerrero”, el “Tampico” y el “Morelos”.

Los federales empezaron un sistemático avance a lo largo de la vía del ferrocarril mientras los revolucionarios se alejaban hacia el norte pero manteniendo el contacto.

Se les ofreció un buen dinero por mes además de un generoso bono por cada bombardeo que efectuaran.

El avión que se compró en $4,500.00 o $5,000.00 dólares era un biplano de tipo Martin Pusher, o sea que el motor Curtiss se encontraba en la parte de atrás del avión, y tenía un solo asiento.

Al día siguiente se efectuó un vuelo sobre la ciudad que causó una gran conmoción en la capital de Sonora pues nunca se había visto un aparato como ese volando sobre ese lugar.

La medida no puede ser más plausible pues se vio en el primer día en que trató de probarse el motor del aeroplano, cómo la muchedumbre de curiosos estorba el libre manejo del aparato en el campo que se destinó para las experiencias.

Hubo varios ataques sobre el “General Guerrero” en junio de 1913 que resultaron ser los primeros bombardeos aeronavales en el mundo.

Desde el barco se intentaba atinarle al avión con cañonazos pero los cañones no podían apuntar hacia muy arriba pues esto no estaba previsto y desde el avión se soltaban a mano algunas bombas pero estas no atinaron a hacer blanco pues el avión volaba a una considerable altura para reducir el riesgo de ser alcanzado por los disparos que le hacían los marineros al “Sonora” con sus mausers y estos en una ocasión lograron dañar la hélice con un balazo lo cual hizo que se retrasaran los ataques durante un mes pues se necesitó recurrir a Los Ángeles para hacer la reparación.

Didier Masson
Cañonero Guerrero
Avión Sonora Martin Pusher