Las fuerzas rebeldes libias se habían extendido por todo el este del país y en las ciudades cercanas a Trípoli.
Ciudades y pueblos enteros se rebelaron a la opresión del régimen de Gadafi.
En el oeste la lucha fue igual de dura pero varias ciudades lograron rebelarse como Misurata y Zauiya.
Las fuerzas del gobierno libio abrieron fuego contra los manifestantes anti-gubernamentales y los trabajadores inmigrantes egipcios.
Las tropas gubernamentales llevaron a cabo un contraataque contra la ciudad con 200 soldados que venían del este, con el apoyo de francotiradores, tanques y artillería.
Más tarde, el número de víctimas se elevó hasta 50 muertos y 300 heridos ese día.
Los tanques de Gaddafi entran en Zauiya, pero no logran conquistar la ciudad pues fueron duramente repelidos por las fuerzas rebeldes.
Se cree que los combatientes rebeldes recuperaron el control de la ciudad Zawiya, una terminal petrolera importante en la parte oeste del país.