El equipo que más puntos sumó al final del campeonato fue proclamado campeón de liga.
El último clasificado fue descendido automáticamente a Segunda División, siendo reemplazado para la próxima temporada por el campeón de dicha categoría.
El Athletic Club, que en la jornada inaugural goleó al debutante Betis Balompié por 9-1, se convirtió en el perseguidor de los catalanes en el tramo inicial del campeonato hasta que en la cuarta jornada, el Español logró una inesperada victoria en San Mamés por 0-2.
Los madridistas se impusieron por 2-0 y alcanzaron un liderato que mantuvieron hasta el final de la temporada.
«Los periquitos», por su parte, entraron en una mala racha de resultados tras la derrota que les llevó a concluir el campeonato en tercera posición.
Los vitorianos, que podían haber salvado la categoría de vencer en el duelo directo en Mendizorroza a los valencianistas, no pudieron pasar del empate y finalizaron como colistas.