Prisioneros de guerra de la Primera Guerra Mundial en Alemania

Todo lo que les pertenezca personalmente, excepto las armas, los caballos y los papeles militares, sigue siendo de su propiedad».

[3]​ Los veinte artículos que componen este capítulo reglamentan diversos aspectos de la vida en cautiverio, como el alojamiento, el trabajo, la religión, la alimentación, la vestimenta o, incluso, el correo.

Pero este acuerdo internacional estaba impregnado de las concepciones del siglo XIX sobre la guerra.

Así, por ejemplo, los prisioneros «podían ser puestos en libertad bajo palabra, si las leyes de su país lo autorizaban».

Durante el conflicto, se firmaron acuerdos especiales entre las partes beligerantes a fin de superar estas dificultades y, en 1929, se creará un nuevo texto que modificó la normativa aplicable.