El pristiño es un postre que se consume tradicionalmente en Ecuador,[1] y que consiste básicamente en una masa delgada frita de harina de trigo, mantequilla, huevos, vainilla, azúcar, sal, polvo de hornear y agua, que posee un ligero sabor a anís, la cual se acompaña con miel de panela.
Se lo sirve bajo una forma o presentación que asemeja a la corona de espinas que tuvo Jesús en su calvario.
La palabra pristiño es un ecuatorianismo (vocablo propio y particular de la expresión de los ecuatorianos) que no consta en el Diccionario de la lengua española RAE.
[2] Este postre ecuatoriano, junto con otros dulces igualmente tradicionales, se consume en dicho país especialmente en festividades locales y religiosas,[3][4] restaurantes gurmet[5] y en variadas ocasiones es el postre elegido a ser elaborado para acontecimientos de beneficencia.
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