Es posible categorizar tres tipos de procesamiento espacial, en lo que diversos mecanismos subyacen cada uno.
Sin embargo, esta distinción en ocasiones no es muy práctica y suele reunirse en conjunto estas dos formas como percepción háptica.
El área relativa de la corteza somatosensorial dedicada a diversas partes del cuerpo, y la correspondiente sensibilidad relativa de dichas partes, en general son descritas por el homúnculo sensorial.
La entrada sensorial del cuerpo no solo registra los estímulos pasivos que actúan sobre la superficie corporal, también incluye sensaciones que son el resultado de la entrada combinada desde las articulaciones y los músculos que producen una sensación de la posición corporal (propriocepción) y el movimiento corporal (cinestesias).
Es este producto final el que nos permite llevar a cabo acciones coordinadas con los miembros del cuerpo, realizar movimientos en el espacio, y desplazarnos hacia otro lugar sumando la información egocéntrica con la alocéntrica.