Esta características pueden ser de naturaleza muy variada como la forma, la densidad, la resistencia, el tamaño o la estética.
El proceso puede ser manual (origen del término) o con la utilización de máquinas.
Así, se especializa y economiza movimientos, lo que va a repercutir en una mayor velocidad de producción.
Aunque la producción artesanal ha formado parte de la humanidad desde hace mucho tiempo (desde la Edad Media), se piensa que la manufactura moderna surge alrededor de 1780 con la Revolución industrial británica, expandiéndose a partir de entonces a toda la Europa Continental, luego a América del Norte y finalmente al resto del mundo.
La manufactura se ha convertido en una porción inmensa de la economía del mundo moderno.