Profundidad de foco (tectónica)

Los terremotos que ocurren a una profundidad de menos de 70 kilómetros (43,5 mi) se clasifican como terremotos de foco superficial, mientras que aquellos con una profundidad focal entre 70 kilómetros (43,5 mi) y 300 kilómetros (186,4 mi) se denominan comúnmente terremotos de foco medio o profundidad intermedia.

[1]​ En las zonas de subducción, donde la corteza oceánica más antigua y fría desciende debajo de otra placa tectónica, pueden ocurrir terremotos de foco profundo a profundidades mucho mayores en el manto, que van desde 300 kilómetros (186,4 mi) hasta 700 kilómetros (435 mi).

[2]​[3]​ La causa de los terremotos de foco profundo aun no se comprende por completo, ya que la litosfera subducida a ese régimen de presión y temperatura no debe exhibir un comportamiento quebradizo.

Un posible mecanismo para la generación de terremotos de foco profundo es la falla causada por el olivino que experimenta una transición de fase en una estructura de espinela,[4]​ con la cual se cree que están asociados.

Anteriormente, se consideraba que todos los terremotos tenían profundidades focales poco profundas.