Promanteia[1] (en griego antiguo: προμαντεία, romanizado: promanteía)[2] era el privilegio, concedido a ciudades o individuos por el Oráculo de Delfos, de pedir prioridad a la Pitia.
[4] Durante la época clásica, los sacerdotes de Delfos establecieron una serie de honores que se concedían a quienes ofrecían beneficios al santuario, ya fueran ciudades o individuos.
La institución de la promanteia fue uno de los privilegios ofrecidos inicialmente a las ciudades que habían ofrecido ayuda financiera al santuario.
Dado que los oráculos se daban en periodos concretos y limitados, este derecho podía ser muy importante.
Desde principios del siglo IV a. C., este derecho siguió concediéndose a particulares y combinándose con otros privilegios, como los prothysi y los próxenos.