Destaca por ser al presente (2020), la única arquea Asgard que ha logrado ser cultivada.
Es morfológicamente complejo, con protuberancias únicas que son largas y a menudo ramificadas.
El crecimiento es extremadamente lento, lográndose la duplicación en laboratorio cada 14 a 25 días.
Se hizo un subcultivo que requirió más de 3 meses para alcanzar un crecimiento considerado completo.
Los análisis revelaron una estrecha asociación física con Halodesulfovibrio y en menor medida con Methanogenium, con quienes puede catabolizar aminoácidos y péptidos a través del crecimiento sintrófico determinado por la transferencia de hidrógeno (y/o formiato) entre especies.