En la mitología africana, los san hablan de Kaggen, que roba el fuego del avestruz y se lo lleva a la gente.
La mitología griega relata el robo del fuego celestial por parte de Prometeo para la humanidad, un acto por el que sufrió mucho.
En Oceanía, los mitos polinesios suelen presentar a Māui como el ladrón del fuego, con diversas variaciones según las regiones.
Figuras como Robert Oppenheimer y el estadista Henry Kissinger han invocado la metáfora para destacar la responsabilidad que conlleva tal poder.
La narrativa destaca la naturaleza dual del avance tecnológico, capaz de hacer avanzar a la sociedad y plantear amenazas significativas.