Un rasgo que permite identificar esta especie son los puntos negros distribuidos por su pelo, algo más oscuras en la nuca.
Las hembras construyen nidos con restos de plantas y pelo.
Son muy precavidas y pasan mucho tiempo escondidas antes de dejarse ver.
Cuando son perseguidas por un depredador, huyen a gran velocidad entre las piedras y las rocas hasta un lugar seguro mientras emiten una serie de chillidos cuyo significado no se conoce del todo bien.
Aunque normalmente son animales solitarios, en ocasiones pueden asociarse a damanes, los cuales les sirven como alerta e incluso pueden refugiarse en sus mismas madrigueras.